Serie-107 - corporate

Economía circular, aplicada al sector ferroviario
EL fabricante español vuelve a demostrar su capacidad tecnológica con un proyecto inédito en la historia del ferrocarril mundial, que desdibuja las fronteras entre el tren normal y el de muy alta velocidad, y que aplica al sector principios propios de la economía circular al reutilizar activos ya existentes. Talgo va a crear hasta 19 trenes de viajeros con una velocidad comercial máxima de 330 km/h, a partir de unidades convencionales.
En junio de 2018, Renfe adjudicó a Talgo la reforma de más de un centenar de coches de viajeros de la serie 7 de Talgo, plataforma tecnológica de la que también forman parte las series 130 y 730. Estas unidades habían sido operadas por Renfe inicialmente bajo la marca comercial “Trenhotel” y estaban especialmente diseñadas para servicios nocturnos en líneas con ancho de vía tanto ibérico como estándar europeo, aunque con una velocidad máxima limitada a 220 km/h. Carecían además de tracción, al tratarse de ramas remolcadas.
El encargo especificaba la necesidad de convertir esas unidades al tráfico diurno, elevando su velocidad comercial máxima a más de 300 km/h, pero manteniendo en todo caso su capacidad de cambio automático de ancho de vía. Tres años después del contrato inicial, Renfe adjudicaba además a Talgo la fabricación de 26 cabezas tractoras, dos para cada tren. Ambos encargos permitirán la creación de 13 trenes completos de muy alta velocidad que podrán operarse en la práctica totalidad de la red ferroviaria electrificada española, cantidad que se elevaría a 19 trenes en el caso de ejecutarse todas las opciones reservadas por la operadora.

Coches convencionales… a muy alta velocidad
El encargo inicial contempla la transformación de 156 coches, para formar 13 trenes de 12 coches cada uno, y es posible sólo gracias a la ligereza y la escalabilidad de la tecnología de rodadura independiente y autoguiada que es exclusiva de los trenes Talgo, que permite reducir el peso total del tren y que minimiza el impacto sobre la infraestructura, reduciendo las necesidades de mantenimiento tanto de ésta como de los propios trenes.

Cabezas motrices de última generación
Estas cabezas motrices, dos por cada tren, se ajustan a los anchos de vía ibérico y estándar europeo, y además serán multisistema, para adaptarse a las diferentes tensiones existentes en nuestro país: 3 kV en corriente continua y 25 kV en corriente alterna. De esta forma podrán circular tanto por líneas convencionales como por las nuevas infraestructuras de alta velocidad, acortando los tiempos de viaje en la península Ibérica.
Al formar parte de la misma serie de 62 unidades de la que forman parte los trenes ya encargados por Renfe (60) y Adif (2), la operadora se beneficiará además de economías de escala en mantenimiento, y se abrirán además nuevas opciones de complementariedad del parque de material rodante.

Composiciones completamente accesibles
Esto hará que los coches transformados sean indistinguibles de otros coches Talgo, reduciendo de forma significativa la duración de las operaciones de carga y descarga de viajeros en comparación a otros trenes con escalones y, en particular, respecto a las unidades de dos pisos. Esto no sólo aumentará el atractivo comercial para el cliente final, sino que además mejorará el flujo de personas en las estaciones y permitirá aliviar la situación de las infraestructuras con mayores problemas de capacidad.

Modularidad al servicio de la operadora
Esto permitirá dar un nuevo uso a material que estaba estacionado y sin dar rendimiento, actualizándolo de forma económica para que pueda prestar servicio de nuevo, en consonancia con el principio básico de reutilización que inspira la denominada Economía circular. Estas actualizaciones se están realizando en las fábricas que Talgo tiene en Las Matas (Madrid) y Rivabellosa (País Vasco).

Mayor capacidad para un mercado competitivo
Los coches cortos con 13,14 metros de longitud, característicos de los trenes Talgo, seguirán siendo una ventaja para ofrecer espacios modulares y que podrán adaptarse de forma rápida y sencilla a diferentes demandas comerciales a lo largo de toda la vida útil del material.